En 2025, los bonos convertibles presentan una oportunidad atractiva debido a un entorno de relajación de las condiciones financieras y un crecimiento sostenido de los salarios reales. Tras un período de políticas monetarias restrictivas, el panorama económico estadounidense se favorece por medidas fiscales procíclicas que impulsarán la productividad. Los bonos convertibles, con una creciente emisión y cláusulas que protegen a los inversores en fusiones y adquisiciones, se posicionan para capitalizar el aumento de los precios de las acciones, especialmente en empresas con una capitalización bursátil menor a 5.000 millones de dólares. Se espera que superen a las carteras tradicionales 60/40 en un mercado de renta variable global al alza.

Además de Estados Unidos, Europa y China presentan valoraciones atractivas para los bonos convertibles. Aunque Europa enfrenta desafíos estructurales, sus perspectivas de crecimiento en empresas clave siguen siendo prometedoras, y las iniciativas fiscales en China podrían generar efectos positivos. Con un entorno global en transformación, los bonos convertibles ofrecen una opción sólida para diversificar y mejorar el rendimiento de las carteras, lo que balancea riesgos entre mercados desarrollados y emergentes según las estrategias de inversión individuales.

Fuente: Fundsociety