Las exportaciones mexicanas de acero hacia Estados Unidos cayeron 60 % en abril, luego de que la administración de Donald Trump impusiera un arancel del 25 % a mediados de marzo, el cual fue incrementado recientemente al 50 %. Esta caída es significativamente mayor que la de otros proveedores del mercado estadounidense, como Canadá y Brasil, que reportaron descensos de 13 % y 30 %, respectivamente, de acuerdo con cifras del Instituto Americano del Hierro y el Acero. México, que ocupa el tercer lugar como proveedor de acero a Estados Unidos, quedó en clara desventaja en un entorno cada vez más proteccionista. Esta situación afecta a un sector clave que representa el 1.4 % del PIB nacional y el 8.7 % del valor de la producción manufacturera, con implicaciones directas sobre el empleo, la inversión y las cadenas de valor integradas entre ambos países.

Ante este escenario, el gobierno mexicano ha intensificado su estrategia diplomática y comercial para revertir la medida. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó los nuevos aranceles como «injustos» e «insostenibles», al señalar que México mantiene un déficit comercial en acero con Estados Unidos, lo que contradice el argumento de proteger a la industria norteamericana. Además, subrayó que estas acciones perjudican tanto a empresas mexicanas como a fabricantes estadounidenses que dependen del acero mexicano. Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, encabeza las negociaciones con autoridades de comercio de EE. UU., en las que se plantea la necesidad de una exclusión inmediata para México del nuevo arancel. Se espera que en los próximos días haya una respuesta oficial, aunque el gobierno mexicano ya evalúa posibles represalias comerciales si no se alcanza una solución favorable.

Fuente: Expansión.