Se rompe la relación entre Elon Musk y Donald Trump tras meses de colaboración política

La estrecha relación entre Elon Musk y el presidente Donald Trump, que había sido clave en el arranque del segundo mandato del mandatario estadounidense, ha comenzado a deteriorarse de forma notoria. El empresario sudafricano, quien se convirtió en una figura influyente dentro del gobierno al asumir como empleado especial tras apoyar públicamente a Trump en la campaña presidencial, presentó su renuncia el pasado viernes. Aunque Musk afirmó su intención de mantenerse como «amigo y asesor del presidente», los hechos recientes contradicen esa voluntad. La primera señal de ruptura se dio en abril, cuando Musk calificó al principal asesor comercial de Trump, Peter Navarro, de «idiota» y «más tonto que un saco de ladrillos» a través de su red social X. Estas declaraciones fueron el primer indicio público de un distanciamiento que se ha intensificado en los últimos días.
El punto de quiebre definitivo llegó cuando Musk arremetió contra el ambicioso proyecto legislativo republicano, conocido oficialmente como One Big, Beautiful Bill Act, respaldado por el propio Trump. En una entrevista con CBS News, el director ejecutivo de Tesla y SpaceX expresó su decepción por el tamaño del paquete legislativo y su efecto negativo sobre el déficit fiscal, lo calificó más tarde en X como una «abominación repugnante». La tensión aumentó aún más cuando Trump retiró la nominación de Jared Isaacman, empresario cercano a Musk y candidato propuesto para encabezar la NASA. Isaacman, cliente habitual de los servicios de SpaceX, representaba un nexo directo entre la industria aeroespacial privada y el gobierno. Su exclusión fue vista como una respuesta directa al creciente desencanto del mandatario con su antiguo aliado. El quiebre marca el fin de una de las alianzas más inusuales y estratégicas entre el poder político y el sector tecnológico en la historia reciente de Estados Unidos.
Fuente: The New York Times
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