Las crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, tras los nuevos aranceles impuestos por ambas potencias, provocaron una semana de pérdidas significativas en los mercados globales. El peso mexicano cayó 2.62 % el viernes 4 de abril, su mayor retroceso diario desde junio de 2024, y acumula ya tres semanas consecutivas de depreciación. La respuesta del gobierno chino a las tarifas impuestas por Donald Trump, que consistió en un arancel del 34 % a los productos estadounidenses, intensificó la percepción de riesgo entre los inversionistas y generó una ola de aversión que impactó especialmente a las monedas emergentes. La volatilidad aumentó a medida que los operadores anticipan una desaceleración económica más severa, lo que ha desatado una salida de capitales hacia activos considerados seguros.

Analistas advierten que el impacto de esta escalada apenas comienza y que podría extenderse en las próximas semanas. En el Mercado de Futuros de Chicago, los contratos del peso mexicano descendieron de 56,000 a 51,100, una reducción del 8.75 %, reflejo de la caída de confianza en la moneda. El tipo de cambio experimentó una fuerte volatilidad, moviéndose entre los 19.83 y 20.54 pesos por dólar, en un contexto de elevada incertidumbre internacional. Monedas de países como Australia, Chile, Colombia y Sudáfrica también sufrieron depreciaciones frente al dólar. A pesar de que México quedó fuera de los nuevos aranceles estadounidenses, la reacción de China aumentó la percepción de riesgo global y afectó directamente la cotización del peso. Expertos como Gabriela Siller y Felipe Mendoza coinciden en que la amenaza de una recesión económica global se ha intensificado, lo cual seguirá con su impacto negativo a los mercados financieros.

Fuente: El Economista. 7 de abril de 2025. Portada.