El gobierno de Estados Unidos impuso nuevas medidas regulatorias que afectarán directamente a las aerolíneas mexicanas que operan en territorio estadounidense, lo que se traducirá en un incremento de los trámites y una disminución en la flexibilidad operativa de los vuelos. Autoridades del sector han señalado que estas disposiciones buscan ralentizar las operaciones de las compañías mexicanas, lo que dificulta sus maniobras logísticas y administrativas. La decisión responde a tensiones bilaterales y a una postura más estricta de la administración estadounidense hacia los operadores extranjeros.

Las restricciones implican un mayor control en los permisos de vuelo, revisión de rutas y ajustes operativos, lo cual impactará los tiempos de respuesta y los costos para las aerolíneas afectadas. Si bien no se han anunciado cancelaciones directas, las aerolíneas mexicanas tendrán que someterse a procedimientos adicionales para mantener sus itinerarios actuales. Expertos advierten que la medida no solo representa un obstáculo técnico, sino también un castigo indirecto que afecta la competitividad del sector aéreo mexicano en el mercado internacional.

Fuente: El Financiero.