Las acciones de las principales empresas automotrices globales han sufrido caídas significativas desde que Donald Trump asumió su segundo mandato presidencial en Estados Unidos. La imposición de un arancel del 25 % a los vehículos y autopartes importados, junto con gravámenes al acero y al aluminio, ha provocado un efecto inmediato en los mercados financieros. De acuerdo con datos de Investing, los títulos de Stellantis NV —resultado de la fusión entre Fiat y Chrysler— han descendido 30.97 %, mientras que Tesla ha registrado una pérdida del 30.80 %, afectada adicionalmente por la polémica incorporación de Elon Musk al gabinete de Trump. En contraste, Ford logró un incremento del 2.40 %, al beneficiarse del hecho de que el 80 % de su producción se realiza en territorio estadounidense.

El panorama se complica para fabricantes como General Motors, que ha visto caer el valor de sus acciones un 6.87 %, y para compañías europeas como Mercedes-Benz y BMW, cuyas pérdidas alcanzan el 6.79 % y el 0.54 %, respectivamente. Expertos de Monex advierten que la industria automotriz global enfrenta una creciente presión por el rediseño forzado de cadenas de suministro y la incertidumbre sobre las reglas del comercio internacional. Aunque Estados Unidos ha suspendido temporalmente ciertos aranceles para productos provenientes del T-MEC, especialistas de Scotiabank y Banamex consideran que el impacto estructural de estas políticas podría derivar en una pérdida de competitividad para México, al desalentar la inversión extranjera directa y forzar a las armadoras a relocalizar su producción dentro del mercado estadounidense.

Fuente: El Economista. 9 de junio de 2025. Portada.