La decisión del gobierno de Donald Trump de imponer una cuota compensatoria del 20.91 % a las importaciones de jitomate mexicano, a partir del próximo 14 de julio, podría generar consecuencias económicas significativas en ambos lados de la frontera. Francisco López García, ex presidente del Clúster de Agricultura Protegida de Zacatecas, alertó que este impuesto elevará los costos en el mercado estadounidense, ya que el sobreprecio será absorbido por los consumidores. Advirtió que, si se mantiene la medida, muchos productores mexicanos dejarán de exportar, lo que derivará en escasez en Estados Unidos, país que depende en gran medida del jitomate mexicano: seis de cada diez libras consumidas provienen de México. «No es lo mismo imponer un arancel a los automóviles que a un alimento básico y perecedero como el jitomate», subrayó.

El impacto en el campo mexicano también será profundo. López García, socio de la empresa VICOZAC, ubicada en el municipio de Villa de Cos, explicó que muchos agricultores podrían optar por sembrar para el mercado nacional, usar variedades más baratas y reducir el rendimiento de sus cultivos, ante la imposibilidad de competir en el extranjero con costos elevados. Además, denunció prácticas desleales por parte de brokers estadounidenses, quienes fijan precios artificiales que reducen las ganancias de los productores nacionales. Aun sin aranceles, los exportadores ya enfrentan serias dificultades comerciales. En Zacatecas, por ejemplo, el 70 % de las 450 hectáreas de invernaderos instaladas se encuentra en desuso, ante la falta de financiamiento, infraestructura adecuada y políticas públicas que fortalezcan la agricultura protegida. La medida arancelaria representa una amenaza que podría profundizar la crisis estructural del sector agroalimentario mexicano.

Fuente: La Jornada.