El trabajo híbrido, que combina la operación remota con la presencial, se consolida como una tendencia a nivel global. Según diversos estudios, el 66 % de las empresas prevé que sus empleados trabajen al menos tres días a la semana desde la oficina. Sin embargo, la adecuación de los espacios laborales sigue siendo un desafío importante, ya que el 72 % de las compañías señala que las restricciones presupuestarias limitan su capacidad de renovación.

Álvaro Villar, regional Head of Sales de WeWork América Latina, destacó que hacer los espacios más atractivos, funcionales y colaborativos requiere recursos significativos en un contexto donde la optimización de costos es prioritaria. Además, en países como México, el regreso a la oficina debe alinearse con la NOM-035, que regula los riesgos psicosociales en el ámbito laboral. Villar también enfatizó que factores como la inflación y los cambios en políticas laborales llevan a las empresas a replantearse el enfoque hacia la presencialidad al priorizar la inversión en infraestructura que genere valor a largo plazo. Ante esta situación, los espacios de coworking surgen como una alternativa rentable, ya que ofrecen instalaciones adaptables y listas para operar, impulsan la colaboración y el confort sin comprometer la eficiencia financiera.

Fuente: Dinero.